La vida
se disipa
sobre rieles
entre algunas
perspectivas
que suelen
ser
interminables.
Se nos pierde
entre multitudes
de
otras
tantas
vidas
mezquinamente
individuales.
Mientras
las observo
las esquivo
las evado
mientras
camino
o danzo
a su ritmo
un tanto
burdo...
Somos un
conglomerado
1 2 3
pasos menos
y llegamos
TODOS
juntos
seguros
al vacio.
Este tren
debajo
de otro
mundo
me exige
aguardar
la astucia
para lidiar
con sus clientes.
Con la angustia
con sus carencias
yo soy parte
hoy
de sus rieles
transeunte
una emigrante
que viaja
sobre
su metal...
Después de todo
suelo escuchar
algunas melodías
que
intentan
controlar
un inconsciente
colectivo.
“La Dama de Ébano”

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