Cuando pienso en ti
llueve...
las aguas se tornan
turbias
y mientras se deslizan
sobre un sendero
bifurcado
claman sin
transigencia
por un cauce
en calma.
Tus ojos
me declaman
con una candidez
que no es usual
a tus años.
Los rincones
se aproximan
hasta someter
cada recuerdo.
El tiempo
hace mofa
de nuestra
necesidad.
Los momentos
que se viven
en plena
quietud
no asfixian
aunque
sean
ambiguos
no obstante
cuando pienso en ti...
la neblina
no hace
otra cosa
mejor
que borrralo
todo.
"La Dama de Ébano"

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