Pensar
no quiero
Sentir
tampoco...
Un árbol otoñal
se enraizó
entre mis vísceras,
con sus raíces
sin más,
atrapó mis entrañas.
Expide un aroma
que todo desglosa
y mi raciocinio
lo convierte
en nada...
Me perdí
mientras
sus palabras
cantaban...
Es otro el ruiseñor.
El lóbulo me tienta
articulando versos
a mis principios,
asfixia,
me ata la razón.
Hoy apenas le vislumbro
mirandome a distancia,
y va contando
con nostalgia
sin querer,
sus años...
Virginia Sanchez
"La Dama de Ébano"

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